miércoles, 27 de septiembre de 2023

Veleidad de media tarde

 Puta, puta, no sé...
 
Pero aquel plan de llegar a tu oficina, con medias negras al muslo, tacones altos... aretes chiquitos y nada más, me sigue gustando.

Que no metas las manos. Que dejes que yo te desnude. Que mi lengua y mis dedos recorran todo tu cuerpo... ¿Sabes que quiero hacer?? ¡Pasar mi lengua entre tus nalgas!!

Montarte y apretar con mis muslos los costados de tu cuerpo... Llenarme de tu olor y contonearme para excitarte más.
Siempre me ha gustado meter en tu boca uno de mis senos y que beses y chupes... Me provoca mucho sentir tu verga firme dentro de mí, tu lengua en mis aureolas y tus manos apretando mis caderas...

Cambiar de posición y empinarme para que se te antoje mi culo y, lo intentes y me cojas así... O metas uno de tus dedos, mientras yo jugueteo con los míos en mi vagina... O mejor aún, con un consolador.
Que pongas una de tus manos alrededor de mi cuello y me trates como la más sucia y puta... Tú tienes que llevarme a sentirme tu puta...

Que me pongas tu verga en la boca y empujes mi cabeza para devorarte todo... como esas veces que casi provocas que vomite...

Que te jales la verga tu solito hasta llegar al orgasmo y dejes que tu esperma chorree desde mi cara, recorra mi cuello, baje por mi pecho... Y me orines. Que lo caliente de tus orines me envuelva y te excite verme batida de ti.

Olivetti Azul

Todo por una frase que me dijeron, ("estás a punto de entrar a la segunda mitad de tu vida"...),
hoy es de esas tardes de nostalgia. De sentir en los huesos, eso sí, que estoy a punto de entrar en otra etapa de la vida...

Tan nostálgica me siento, que revolví cajones, desacomodé muebles, hasta encontrar una cajita de cerillos, para encender mi cigarro, como lo hacía antes, (ese antes de ser más joven, ese antes de los encendedores que costaban casi lo mismo que la cajetilla de cigarros, -y de ahí que fuera más fácil y barato, tener cerillos por todos lados-, ese antes de tiempo amargo y dulzón)... nostálgica, te digo...

 Y ya bien armada con mi cigarro, empecé a escribir... ¿De qué quería escribir?
¡Rayos!, es que me distraje pensando en mi primera máquina de escribir, una Olivetti semiautomática, color azul celeste, (¿recuerdas el juego de los listones? La cantidad de colores que uno se inventaba, caray... ¿Y el juego de las cebollitas? Qué fuerza debías tener en piernas y brazos, para que no te arrancaran al compañero de enfrente...) ... uy, perdón, decía algo de aquella máquina de escribir, que no era mía nada más, porque tenía que compartirla con mi hermana y con mi hermano, y con una mamá que a veces escribía recetas de cocina, que nunca preparaba, en realidad. ¡Ah, pero cuando era mi turno, ese taka-taka de las teclas firmes, se escuchaba hasta la esquina!
¿Qué cómo lo sé? Porque a veces escribía mirando por la ventana y la gente, (chiquitita desde el cuarto piso de mi departamento), caminaba volteando a todos lados, tratando de distinguir de dónde venía el sonido... aunque también puede que haya sido que se cuidaban de los pelotazos de un montón de niños jugando en las calles, o los alteraban los cláxones de un cruce de 4 calles que se encontraban en un punto, o quizá buscarían a quién saludar. Porque era una época en que sabías el nombre de tus vecinos, el nombre de la señora de la tienda, el nombre del señor que recogía cada 2 ó 3 días la basura... mmmh, nostálgica te digo...

 Y, ¡bueno! ¿de qué escribir? ¿De la segunda mitad de la vida? ¿De cuando escribía sin fumar? ¿De mis hermanos? ¿De la vieja Olivetti azul? ¿De mi niñez? ¿De cuando empecé a fumar? ¿De mi colección de encendedores?
...¿De qué iba a escribir?...

 ¡Rayos, se me ha consumido el cigarro en el cenicero, sin haberlo probado!

martes, 19 de septiembre de 2023

Mi mejor poema

Mi mejor poema, aunque era mío, algo más lo forma. Yo enlacé palabras, describí emociones, conjugué los verbos, pero él ya era. Con sonrisa tímida, con magia plena, con cierto cinismo, con un alma inmensa, con fuerza en la voz y con carne trémula. Su rostro, de 106 de mis besos, de la frente a la barbilla, su cuerpo completo, de un sol moreno, con estrellas en las manos, terminando las caricias. De ilusión y realidades, de tardes cortas y noches largas, él es canciones, rones y sonrisas, el lugar seguro y la persona correcta, el amor total y la alegría completa. Miradas perdidas y labios fruncidos en enfados y disputas, ...O simplemente, cuando no entendía... Esta noche, mi mejor poema se escurrió de entre mis dedos, y aunque era mío, es más de él, más de sus miedos, más de mis sueños...

Pensé en ti

 

El agua recorrió mi piel... Pensé en ti. Me levanté con las manos los senos y provoqué una cascada a mi vientre y abrí las piernas, para que chorreara a mi pubis... Me empiezo a decir cosas sucias a mí misma, bajito... No "senos", "chiches"... Pasé mi lengua por mis brazos y sentí lo dulzón de mi piel. Deseé que fuera tu lengua... Deseé que tu enjabonaras mi cuerpo con el tuyo... Mi mano se deslizó hasta la vagina, mientras la espuma escurría, por el correr del agua... Metí dos dedos y gemí. Me incliné en ese espacio tan chiquito y levanté ligero una pierna, tratándome de piruja a mí misma, para introducir más profundo mis dedos... (Ábrete bien, putita, me decía) ... Uno por atrás... Un culo mojado y deseoso... Dolió. Pensé en ti. El agua se enfrió... Apenas sequé por encima mi piel y me metí a mi recamara... ¿Crema? No. Aceite... Que fueran tus manos las que aceitan mi piel... ¡¡Qué delicia!! Se siente frío... El aceite huele rico. Es de maracuyá... Tengo frío y pienso en ti. Me tiendo en la cama. Sobre las sábanas y sigo jugueteando el aceite en mi piel... Jalo ligero los vellos de mi pubis y con las uñas acaricio suave mis labios vaginales. Se sienten tensos... Mis pezones están firmes y duros... Lo que daría por un beso tuyo, una lamida tuya en ellos... Coquetearte... Seducirte... Siento frío... Mi piel está fría y, sin embargo, estoy tan caliente... Doy unos ligeros, suaves golpecitos en mi pubis, con las piernas tan abiertas como puedo... (Sí, así, como la puta que eres) ... Se siente rico... Froto mis dedos por encima y mi vagina palpita... Aprieto con firmeza uno de mis muslos, mientras mi otra mano me explora, me toca, me da placer... Meto mis dedos en esa humedad, que huele a jabón, a aceite. A mí. Froto. Gimo. Siento las cosquillitas del placer e introduzco más mis dedos... Mi mano envuelve una a otra mis chiches... Y pienso en ti. ¿Te gustan mis chiches, amor? Deseo tus labios coronando mi aureola... ¡Mi orgasmo! Abandono mi cuerpo al placer y chupo, sí, chupo con lujuria mis dedos, esos mismos que estuvieron dentro de mí. Pensando en ti.

Martes enamorado

¡¡Qué raro es tomarme un ron a tu lado y tú no lo hagas!!

Raro, como otras cosas...

Cosas tuyas, que me gustan y las quiero todas.

 

- ¿Te gusta cómo soy? ¿Me quieres así?

(Preguntaste el viernes pasado).

 

- ¡Sí, mucho!

(Respondí, como cuando las cosas se dicen desde el alma).

 

- Lo malo es que te tengo a ratitos.

(Debí haber agregado, como cuando las cosas se dicen desde el corazón).

 

Los lunes y sus atorones, sus asegunes... y tu frase: "quizá nunca estemos de acuerdo en eso, pero en un montón de otros puntos, sí..."

 

Y, sí... ¡qué fácil nos ha resultado acordar, conciliar!

 

Debe ser grande lo que tenemos. Más que cualquier lunes... y que valga en toda su dimensión la comparación. Conste.

 

A propósito: "...Mi martes se enamoró,

el miércoles lo siguió y al jueves le sobran ganas,

...mi viernes quiere saber

si el sábado puede ser mirarnos por la mañana..."

 


Historia 4 "E"...(Séptima parte [1])

  L a sala de llegadas internacionales estaba con bastante tránsito, la gente iba y venía con equipaje o sin él. Las salas de los aeropuer...