viernes, 17 de septiembre de 2021

Historia 3... "C" (Séptima parte)

 

El reloj marca 2.35, abrimos la puerta de la habitación. S sigue muy serio, desde que salimos del bar casi no me ha dirigido la palabra.

-Si vas a estar con esa cara, y si acaso viene el tipo que no es seguro, lo despachamos y ya no pasa nada, pero de verdad quita esa cara.

-Son los celos C, sé que no tendría que ponerme así, pero sucede que no me lo consultaste.

-Pues sólo pasó y pensé que te gustaría, todo fue pensando en ti, no creí que te fuera a molestar de esta manera, y pues no se hace y ya- Lo dije con un poco de molestia en mi tono de voz. Aunque esto tenía parte de verdad también era cierto que en un momento dado me había excitado con el tipo, lo que si era muy cierto es que si decidía que no se hiciera nada no lo hacíamos y listo, no entraría en el anecdotario para la historia simplemente.

– Me voy a dar un baño para descansar.

Mientras me bañaba pensaba que quizá S tenía razón y me había extralimitado, yo era casada, me había estado acostando con él por casi una semana, y ahora me dejaba manosear por un desconocido, de pronto me dieron unas ganas inmensas de estar en casa y dormir abrazada a mi esposo, me invadió una extraña tristeza, también me sentía emputada. En cuanto saliera del baño me iría a dormir y al día siguiente ya estaría en casa…eso pensaba.

Cuando salí del baño S contestaba el teléfono de la habitación, son las 3:05 Am.

- El sujeto está en la recepción- me dijo tapando con la mano el auricular

- Pues dile a la recepcionista que lo despache y punto- le dije molesta.

- Ahora subo, ponte algo sexy o simplemente ponte el sostén y la tanga- me lo comento sonriendo y comprendí que ya no se encontraba molesto, me subió el lívido súbitamente y la tristeza que sentía desapareció. Me puse una blusa azul tenue sin sostén que se ceñía arriba del ombligo y ligeramente escotada que dejaba observar mis pezones erguidos por debajo de la tela, una falda muy corta de color blanco y una tanga del mismo color, me calcé unos zapatos de tacón discretos, me pinté los labios de rojo y sobre los párpados un ligero color azul, me sentía como adolescente.

Cuando S regresó con el hombre, traían con ellos una botella de vino tinto y unos chocolates que el tipo había llevado de regalo para mí, lo cual me pareció de lo mas cursi, me los entregó me saludo con un beso en la mejilla. Se presentó, supimos que se llamaba R.

- ¡Que guapa eres,  estás deslumbrante!- no pude evitarlo y sentí que el sonrojo llegó a mi cara.

Nos sentamos en la salita de la habitación, no quitaba los ojos de mis piernas, las cuales cruce y se subió mi falda sobre ellas. Una duda vino a mi mente, era sobre la chica, ¿era su novia, amiga, amante, y qué había sucedido con ella?, obviamente no iba a inquirir nada al respecto y sonreí para mis adentros. Trabajaba en el gobierno estatal en algo de agronomía nos enteró. S sirvió el vino y al cabo d varios minutos y un par de copas más los tres ya estábamos más relajados y la plática se tornó amena y cachonda.

- ¿Por qué no nos sentamos los tres en la cama, vamos a estar más cómodos? - sugerí

Acercaron la mesa que estaba en la sala a los pies de la cama, donde colocaron los vasos y la botella y unos snacks que ya teníamos S y yo, se sentaron a cada lado mío y proseguimos la plática.

- ¿Son esposos?

-No, compañeros de trabajo y estamos por acá por cuestiones de un proyecto, ¿tú eres casado?

-No, soltero, tengo 29 años.

-Ahh entonces S es el bebé, tu el de en medio y yo la mayor.

- ¿De verdad?, pensaba que tenían poco de casados. - Me mira por unos instantes- ¡Que bonitas piernas tienes!

- Yo si soy casada, S es solterito. ¿se te antojan?

- Mucho, pero no sólo las piernas.

- Puedes acariciarlas si quieres

S se adelanta a cualquier intento de él y me besa el cuello mientras su mano se desliza entre mi blusa y mis senos, la desabotona y deja a la vista mis pechos, me besa alrededor del que queda de su lado, siento sus labios y su lengua lamiéndolos, hasta que por fin mi pezón es atrapado por su boca. R los mira por espacio de un minuto, al final del cual sus dedos acarician mi aureola y mi pezón; empieza a besarlo y lamerlo igualmente, se siente delicioso tener a los dos colgados de mis tetas; acaricio sus cabellos por algunos minutos y presiono sus cabezas contra mí; los chupan intercalando pequeñas mordidas suavemente, sin prisa. Al sentir sus ávidas lenguas el goce, el deleite entre suspiros prolongados me estremece.

R estira su mano y empieza a tocarme desde el tobillo, de uno de mis pies que ha colocado sobre sus piernas, lo acaricia en todo lo largo. Deja mi teta para besar y lamer mi pantorrilla, llega a mi rodilla y va subiendo mi falda.  Yo beso ya suavemente a S, mi lengua acaricia el interior de sus labios, sobo su verga por encima de su ropa; bajo su cremallera, desabrocho su cinturón y el botón su pantalón; sustraigo su verga y lamo su glande, la empiezo a mamar; R ya se hincó frente a mí y me baja los calzones; me sube la falda hasta la cintura, abro las piernas y empieza a lamer alrededor de mi vagina; con sus dedos separa mis labios vaginales para buscar el clítoris, lo encuentra y lo roza con su lengua con mucha delicadeza, sabe como hacerlo. Embute su lengua completamente, el placer es inconmensurable, yo continúo mamando a S con toda la pasión que da el momento. S se retira el pantalón y entre ambos me cargan y me colocan más en medio de la cama, R me quita la falda y los calzones que tengo en los tobillos, igualmente se quita el pantalón y calzoncillos, se coloca en medio de mis piernas, sé lo que prosigue y le pido que se ponga un condón, alcanzo a ver su verga, la tiene rica, no tan grande como la de S pero se ve apetecible e incitante.

S aparta mi blusa, quedo ya completamente desnuda para ellos, únicamente quedo con los zapatos. R me penetra en un solo movimiento y me lo empieza a hacer delicadamente, mientras lame y chupa mis tetas, entra muy fácilmente porque ya estoy muy húmeda, un tanto por la excitación y otra por la mamada que me dado antes.

- Que rico me coges

- ¿Te gusta?

- Si mucho, se siente delicioso, me llenas toda y te siento hasta adentro, ¡mueves muy rico tu verga! - Gimo entre suspiros a cada acometida y me empiezo a mojar mucho mas de lo que ya estaba, siento el edredón húmedo bajo mis nalgas, El parece que se ha excitado más por mis palabras y comienza a hacerlo muy fuerte hasta que siento que me llega el primer orgasmo, al mismo tiempo la verga de S me llena la boca y se la succiono con mucha fuerza hasta atragantarme.

R se sale antes de venirse y como si estuvieran interconectados también S me la saca de la boca.

-Deja que se monte- le pide R a S y se pone en posición boca arriba, lo monto y me la vuelve a introducir hasta el fondo, aprovecho en esa posición para besarlo en la boca y saborear su lengua; se escuchan estruendosos chasquidos de nuestros besos y de mi panocha con cada penetración.

S se coloca entre mis nalgas y adivino su lujuriosa expectación.

-Si vas a hacerlo ponte y ponme lubricante y hazlo despacio por favor- Esta era una fantasía ansiada, tener dos vergas dentro de mí. S me penetra y se mueve lentamente esperando que me acostumbre a ese pedazo de carne, pero ya no sufro tanto como en la mañana, su verga entra muy bien.

¡Ya tengo las dos vergas adentro!

Me transportan a un mundo completamente desconocido para mí. Comienzo a tener mareos por el exceso de placer cuando se sincronizan los dos, las dos vergas entrando y saliendo, primero acompasadamente para luego convertirse en movimientos impetuosos y feroces ambos. Transcurren los minutos y los orgasmos empiezan a llegar uno tras otro, siento una mezcla de placer y dolor por lo fuerte que son.

Quiero ahogar mis gritos, pero no puedo, inundo el recinto de gemidos, gritos y alaridos. Pierdo el control de mis fuerzas y me desplomo, no pierdo la conciencia porque veo y siento todo lo que ocurre a mi alrededor, pero sin poder mover un músculo. Siento a S descargar todo su semen hirviendo en mi culo, el cual empieza a chorrear por mis piernas y llega a los testículos de R. S queda como fusionado a mi ano, R se sale de debajo de mí  se quita el condón y se acerca a mi cara; empieza a eyacular sobre ella, su leche me escurre por las mejillas y labios y sólo atino a abrir un poco la boca para que entre; él juega un largo rato, muy largo, con su verga y su esperma en mi cara, introduciéndola y sacándola de mi boca; me tiene con todo el rostro batido, el culo lo siento igual. S por fin se sale de mi ano, me quedo tendida en la cama llena de semen por todos lados. Nos quedamos callados recostados unos al lado de los otros, me vuelven a mamar los senos al mismo tiempo mientras yo vuelvo a acariciar sus cabelleras y presionar sus cabezas.

Después de un rato destienden la cama; me quitan los zapatos me cargan entre los dos y me acomodan en medio de ella; no dan tiempo a que me limpie el semen de ambos. Me volteo hacia S y lo abrazo, estoy agotada,  siento que R me abraza por la espada, se siente bien, su verga está otra vez erecta, empieza a meterme un dedo en el culo aún lleno de la leche de S, lo saca y siento ya su verga en la entrada.

- ¡No! para- le digo y trato voltearme, pero S viendo lo que sucedía es presa de la excitación y me sostiene por los hombros, no deja que me de vuelta. Me doy cuenta que se encuentra en ese estado de excitación y celos, al cual ha llegado debido a mi provocación desde el bar, y ahora sé que era precisamente a donde inconscientemente quería llevarlo. Decido que no debo sustraerlo de ese momento sin que antes alivie la presión que tiene dentro, así que me quedo impávida en espera de lo que me va a suceder. 

-Hazlo, métesela- ordena y me sostiene con fuerza, R aprovecha y empuja metiéndola sin condón casi toda al primer intento, no siento dolor porque S me ha dejado dilatada. El darme cuenta de que me están tratando como si fuera realmente una puta me enciende nuevamente. Quitan las cobijas y S me gira de tal manera que quedo montada en R de espaldas a su cara, y recargada sobre mis manos hacia atrás. Mi vagina queda abierta y expuesta hacia donde está S que inmediatamente me acomete, nuevamente tengo las dos vergas dentro, los tres resoplamos, me hacen aullar. El primero en eyacular es R, su semen se junta con los restos que aún tengo de S en el culo, apenas estoy sintiendo como me llena y escurre cuando S bufa y deja escapar su leche en chorros, me tienen temblando de pies a cabeza en el delirio del placer. Aunque ya se vinieron no dejan de meter y sacar sus pitos, estamos completamente embarrados, se salen de mi y se colocan cada uno a un lado, R me besa en la boca y S me abre las piernas. Entre los dos juegan a embarrarme el semen con sus manos en el culo y vagina.

Pienso que ya terminó todo, pero que equivocada estoy, me ponen boca abajo y cada uno me sostiene una mano, con la que les queda libra me empiezan a dar nalgadas alternadamente, primero muy suavemente pero conforme se vuelven a excitar van subiendo de intensidad hasta me ponen las nalgas rojas y calientes, realmente me están doliendo y casi lloro. Por un momento me siento humillada, sin embargo, entiendo hasta donde los ha conducido mi provocación. Cuando paran me ponen boca arriba y me abren las piernas entre los dos. S ya trae en las manos el dildo que recién adquirí y me lo introduce en la vulva, se turnan para jugar con él y conmigo, es difícil describir el estado en que me encuentro. En el momento que se detienen y lo sacan intentando meterlo en el culo un gran chorro de orina los sorprende, les cae en las manos y brazos, a R alcanza a caerle en la cara y el cuello, la excitación es extrema en los tres, me abren las piernas hasta casi 180° y el manantial de orina se dispersa como rocío alcanzándolos aún más. Los minutos se hacen eternos y ellos están aletargados. Termino de orinarlos y me quedo tiritando y sollozando, los tres tendidos en la cama, llenos de nuestros fluidos, semen, sudor, liquido vaginal, orines, la escena es inaudita, irrazonable y escandalosa.   

S me tapa con una frazada seca, no me doy cuenta cuanto tiempo ha pasado, ambos me abrazan y acarician con delicadeza, la luz del amanecer ya se filtra por una de las ventanas de la habitación.

-Tendré que cambiar los boletos de regreso- alcanzo a pensar



Historia 4 "E"...(Séptima parte [1])

  L a sala de llegadas internacionales estaba con bastante tránsito, la gente iba y venía con equipaje o sin él. Las salas de los aeropuer...