Dos corazones

 

Tuve un conocido, que conocí en mi infancia... algunas conversaciones y nos ingeniamos para hablarnos por teléfono, porque no había modo de contactarnos de otra manera... Nuestra conversación era, entonces, más fluida, era yo una niña, él no tanto y nos fuimos conociendo. Aunque pasaron varios meses para vernos en persona e ir por un helado, una tarde, en un lugar al que nunca regresamos...

A veces, lo extraño. Extraño el misterio, extraño la expectativa, extraño lo que el tiempo deja en su lugar...

Conocí a un tipo raro. Y me gustaba. Se reía discreto, se vestía cómodo y desenfadado... tenía unos ojos que entonces me parecían tristes y ausentes. Defendía sus puntos de vista con una pasión que no hacía falta, porque convencía a la segunda, tan así eran sus argumentos.

Lo extraño. Extraño esas miradas que no sostenían las mías, extraño sus risas en murmullo...

Tuve un amante que llenaba cada espacio... fue verdad aquello de que "donde yo sentía tener kilos de más", él los cubría de caricias y besos y posaba sus manos en los pliegues que se hacían en mis caderas... Inventamos juegos, como las manos haciendo estrellas al vaciarnos... Realizamos fantasías. De esas cosas de una sola vez en la vida.

Lo extraño... y de tanto extrañarlo, no quiero decir más.

Tengo un amigo con el que he pasado las verdes y las maduras... un amigo que escucha, aconseja, opina y recibe lo mismo, confiando ambos que somos y estamos... un amigo que tiene un montón de miedos que ni él se sabe y un montón de cualidades que no se reconoce. Es un amigo que a veces tiene forma de ángel, otras de pingo, pero siempre del mejor hombre, y que por ratos se convierte en el mejor amante.

De muchas formas, también lo extraño.

Aunque llena todo y su ausencia no es real, algunas veces, también lo extraño.

Todos son uno. Y uno es el que vive en mi corazón.

Hace años, (muchos para saber cuántos realmente), nos dijimos "usted sabe que puede contar conmigo"... más recientemente nos hemos dicho "no te rindas, que la vida es eso"... hoy compartimos, pláticas, borracheras, a una misma mujer, oraciones...

Somos 2 con un sólo corazón.

O un corazón en 2 personas, que también es mágico.