tu prisa, esa tu ansiosa prisa.
¿Adónde te incita a volver?
¿Adónde te tiene sujeta
que no te permite dejar de volver?
¿Adónde van tus alas,
esas alas que no acaban de
llenarse de mañana y te urgen siempre a continuar?
Terminó la canción de Delgadillo, me miró con esa mirada sería, encantadora y dispersa, sorbió un trago de ron:
- A veces me persigue la prisa, aunque intento que no me alcance algunas no lo consigo, no llega sola; viene con la angustia y el miedo entre otros compañeros, no entiendo ¿por qué me busca o qué quiere?, ya es una sinrazón. Corro y doblo la esquina para esconderme, me agazapo detrás de un libro, de algunas canciones, un vaso de vino y no me ve, pero cuando lo logra me cuesta trabajo escabullirme. Me dices que son reminiscencias de lo que he dejado atrás y que terminara por olvidarse de mí, pero cuando me doy cuenta que ella es tu amiga dejo que me tome para poder caminara tu lado, hasta que te canses y entonces tu camines al mío.
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