viernes, 20 de septiembre de 2024

El mundano mundo

    Llegamos a casa sin hablar mucho, sólo le respondí que si quería se podía quedar con nosotros, no le pregunté a él temiendo su negativa. Poco sabíamos de ella. La habíamos visto un par de veces solamente en comidas organizadas por L, sabíamos únicamente que era su amiga y tenía un par de hijos. Era bonita, de ojos grandes y piel blanca e irisada.

- ¿Por qué quieres quedarte con nosotros, te gustan las mujeres?

- No sé si me gusten nunca lo he pensado, ni tampoco he estado con alguna; hace algunos años cuando estaba recién casada de regreso del trabajo observe dos chicas, se estaban besando en un auto, no dejé de mirarlas mientras cruce de largo, el momento me excito y pensé en lo que se sentiría, pero luego quedo en el olvido. Cuando me divorcié hace 5 años, entré en depresión y pensé en que necesitaba vivir los placeres de la vida y probar de todo un poco, estaba envalentonada, pero luego la rutina me absorbió, el trabajo, los hijos, sólo he hecho el amor con dos personas en 5 años, tengo 3 sin tener intimidad. Hoy oyéndolos hablar y tomar las cosas sexuales con tanta naturalidad, renació en mí un deseo inaudito de probar cosas, de experimentar. Lo vine pensando todo el camino, cuando les pregunté si me podía quedar no era yo, fue una voz que no reconocí y que salió de mi inconsciente rebelándose a mi razón –Se mordía los labios nerviosa y se veía hermosa.

Me acerqué a ella y me senté a su lado, acerqué mi boca a la suya, rehuyó en primera instancia volteando la cara, la tomé entré mis manos con firmeza sin permitir que volviera a voltearse, pose mis labios sobre los de ella e introduje suavemente mi lengua en su boca eliminando su renuencia, fue un beso largo, tierno pero apasionado.

- Quítate la ropa –Le ordené con voz tranquila y empezó a hacerlo.

- Vas a participar ¿verdad?, quiero que me enseñen –Él asintió y se empezó a desnudar también.

Su cuerpo era hermoso, a pesar de ser una mujer madura todo en ella era sincronía y turgencia, me desnudé y coloqué sobre ella volviéndola a besar, mis manos acariciaban sus senos y empecé a acariciar su vagina hasta sentirla jugosa y escuchar sus jadeos incrementándose, me coloqué entre sus piernas y lamí alrededor de su vulva, después seguí en su perineo hasta escabullir mi lengua entre sus nalgas y lamer su ano. Temblaba completamente y jadeaba desaforada, Me separé y ella quedó con los ojos cerrados, él se colocó entre sus piernas y empezó a penetrarla muy despacio, abrió los ojos cuando sintió que aquel miembro llegaba a lo más profundo de su ser.

- ¡Ahhh! ¡Mmmm!, No pares por favor, ¡Dios mío!..no te separes, piensa en mi

Entre su algarabía me monto en su cara y coloco mis labios vaginales en su boca

- Succiona y mete tu lengua –Asiente con la cabeza sin poder hablar, ya tiene las piernas en los hombros de él y empieza a mamarme apenas, tímidamente – Métela más y chupa.

Mientras la cogemos y me mama, nosotros nos besamos y nuestras lenguas escrutan la boca de cada uno, el placer es inaudito, nos separamos y veo que el levanta con sus manos un poco la cadera de ella, unos minutos después ella lanza un grito y presiona mi vagina fuertemente con su boca, creo escucharla sollozar, me doy cuenta que se la está metiendo por culo, tiembla debajo de nosotros…vuelvo a recordar “Enseñar es pervertir”

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Tú prisa

tu prisa, esa tu ansiosa prisa. ¿Adónde te incita a volver? ¿Adónde te tiene sujeta que no te permite dejar de volver? ¿Adónde van tus a...