martes, 19 de septiembre de 2023

Balada en dos tiempos

Cómo si me saliera de mi cuerpo puedo observar la imagen, es extremadamente erótica, I está sentada en el sofá marrón, AJ y yo en cada lado de ella, ambos chupamos con avidez son hermosos senos, yo muerdo ligeramente su pezón. Sus manos en nuestras cabezas las oprimen contra sus pechos, a su vez las nuestras mantienen abiertas sus piernas, acarician vagina y clítoris, en un momento dado nuestros dedos coinciden dentro de ella provocando chasquidos con su humedad y gemidos punzantes entre las respiraciones entrecortadas, escurre entre nuestros dedos, lo dejo sólo dentro de ella, sacó mis dedos húmedos y mientras él sigue pinchando su vagina, mi dedo índice ya se empieza a introducir en su ano, ambos le mordemos los pezones al unísono provocándole un incitante y sensual  alarido. Nuestras manos se sincronizan, los dos dedos de él y el mío entran y salen en un ritmo sincopado, mientras nuestras bocas y lenguas saborean la exquisitez de sus tetas. Tiembla, su abdomen se contrae, puedo sentirla apretar las nalgas ya con dos dedos míos dentro y tres de él por adelante. En el momento que él saca sus dedos a su petición un torrente sale de ella emanando con fuerza y salpicando nuestras manos, sus piernas y el piso entre estertores de placer.

 

 

A medio día me llamó, teníamos cuatro días sin vernos, desde que me comentó que un profesor compañero de labores le había insinuado irse a la cama.

 

— ¡Hola!, ¿Tienes tiempo para comer?

 

— ¡Hola desaparecida!, puedo después de las 3:30, dime dónde

 

Quedamos en el lugar y llegué puntual después de recoger a L de la escuela y pasarla a dejar en casa. Cómo siempre llegó puntual y deslumbrante, a pesar de que iba con unos sencillos jeans ajustados, una blusa blanca y unas sandalias que dejaban admirar sus hermosos pies. Me saludo con un beso en la boca y se sentó.

 

— ¿Ya sabes que vas a pedir?

 

     Ya, pero a ver cuéntame, ¿Por qué de tu prisa, de tu no contestar el teléfono ni los mensajes?, aquel andaba todo preocupado.

 

     Mil disculpas, te juro que no era mi intención —me dijo con cara de niña regañada, realmente se veía apenada. — ¿Te acuerdas de que te comenté que un compañero de trabajo me tiraba la onda?, pues seguí tu consejo “vence la tentación cayendo en ella”. 

 

     ¿Y por eso te desapareciste?

 

     No, por eso no, espera te platico…pues mira, yo en un principio le dije que no, que estaba loco, pero después que te lo comenté, la verdad me entró la tentación y más porque él seguía insistiendo, es muy guapo y atractivo, buena charla y sí tengo que admitirlo, me ganó la hormona, esto pasó hace cuatro días. Al día siguiente me llamó para vernos de nuevo, le dije que no. Nada que ver con el flaco o contigo, la seducción no existió con él, está muy bien el tipo, pero no prende; te digo y sin temor a equivocarme que ¡le puse la cogida de su vida!, ¿pero sabes qué pasó?, en la noche me sentí mal, ¡me sentí infiel!, pero para acabala de chingar no con mi novio sino con AJ. No pude evitar compararlos, y no hay punto de correlación ya que aunque es mucho más joven no tiene el ángel, la sensualidad, la manera de seducir con las palabras, la sencillez asociada con la lujuria, la experiencia tampoco, que tiene el flaco y que te lleva sentirte una diosa. 

 

     Yo nunca había estado con una mujer, te he dicho mil veces que no me gustan, ni siquiera pasaba por mi mente, pero me gustas tú, nunca había tenido sexo anal y lo tuve con Uds., no tomaba, sólo en ocasiones especiales y con Uds. me he puesto hasta las chanclas muchas veces y me gusta, pasamos horas platicando y riendo a carcajadas, hemos convertido fantasías en realidades, valga la redundancia fantasías que se hicieron realidades fantásticas, ¿pero sabes lo malo de todo esto?, que es muy difícil encajar a alguien más dentro de este desmadre. Ahora te lo cuento a ti y descanso, pero ¿cómo se lo digo al flaco, se lo tengo que decir?

 

     Ya pasé por eso, por lo mismo el acuerdo es decir antes las cosas, está en ti si le quieres o no decir, se va a emputar, pero no te va a reclamar ni madres, sabe que no está es su papel hacerlo, sólo te lo hará sentir jajaja, pero ten en cuenta que cuando sea al revés te tienes que aguantar como yo llegué a hacerlo, yo digo que le des tiempo al tiempo, pero llámale si estaba preocupado.

 

     Oye, ¿nos podemos ver en la noche con él para coger?, tengo ganas muchas ganas, y de disociar lo que es de lo que fue y de lo que no será. 

 

 — Llámalo tú

 

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