martes, 27 de julio de 2021

Sólo porque sí

 

Ni siquiera reparé en su nombre... Me vale...
Sólo sé que me gustó, apenas, cruzó la puerta.
 
Es más joven que yo, pero tampoco me importa... Mi mirada se inundó de ese hombre.
Llegó vestido con unos pants que le daban un aire desenfadado y hasta desaliñado.
Huele a lavanda... Una loción que asocio con mi padre... ¡¡Qué imagen más perturbadora!!
 
Me puso ambos brazos alrededor de la cintura y me sentí diminuta en ese abrazo.
No es que sea muy alto... sabe lo que hace.
 
Sus labios buscaban los míos y me resistí al beso, hasta que sentí su mano firme coronando mi vagina, por encima de la ropa, aún.
Entonces lo besé yo... Un beso atrevido y lleno de sexualidad.
 
Aún me abrazaba y me recargó en la puerta, que hizo un chirrido tan fuerte, que pensé se había quebrado en dos...
 
Metió una de sus piernas entre las mías y subió su rodilla, hasta donde estaba su mano y la empujo con fuerza...
Mi vagina chilló de gozo y se mojó completamente.
 
Yo quería abrir los ojos, pero sus besos rápidos y profundos, me lo impedían...
 
Mis manos estaban sueltas y se posaron en sus nalgas... Unas nalgas firmes y carnosas, como las de una mujer.
El espacio entre nuestros cuerpos era tan breve, que por más intentos que hice para deslizarlas hasta su verga, no pude.
Él tuvo el control, entonces...
 
Sumí la pelvis, para separarme un poco y de un jalón me quite la blusa y le ofrecí uno de mis senos, para que lo chupara.
Él sonrió y mordisqueo apenas la aureola...
Cabrón... me encendió en deseos y lo obligué a meterse el seno completo en la boca... Empujé con fuerza mi torso hacia adelante, para no darle oportunidad a que se despegara...
 
Masculló algo que no entendí y me volvió a valer madres...
Le dije, entonces, que estaba ahí para complacerme.
 
Parece que a todos los hombres les excita de más eso, porque, él respondió con ímpetu y mamó... mamó hasta que sentí irritado el pecho.
 
Fuimos a la cama y con habilidad, me quitó el pantalón y las bragas... Bragas que compré especialmente para esa noche.
Paseó con caricias muy suaves sus dedos por la orilla de mi vagina... Tan hinchada estaba ésta y el clítoris, que parecía un pene diminuto... Pareció hacerle gracia y gustarle, porque lo jalaba y yo disfrutaba... Se inclinó hacia adelante.
Algo dijo de mi olor, pero no le puse atención... Sólo sé que le fue agradable.
No estaba segura de que me besara, porque esas caricias me estaban gustando mucho y no quería que terminara.
Pero de repente, su lengua caliente, se hizo una sola pieza con mi clítoris y lamiendo, chupando, besando, me provocó un orgasmo casi rudo.
 
Sus manos sostenían mis muslos en una posición casi grotesca... Metió uno de sus dedos medios en mi culo y mis propios gemidos, me parecieron las de una gata en celo.
 
Yo intenté acariciarme a mí misma los senos, pero me distraían sus caricias, su dedo en mi culo y querer volver a besar sus labios...

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Historia 4 "E"...(Séptima parte [1])

  L a sala de llegadas internacionales estaba con bastante tránsito, la gente iba y venía con equipaje o sin él. Las salas de los aeropuer...