viernes, 9 de julio de 2021

Historia 3..."C" (Sexta Parte)

 A las 7:00 Pm. salimos del hotel para dirigirnos al lugar que nos recomendaron para tomar algo y bailar. El ascensor tarda un poco por lo que digo a S que bajemos por las escaleras. Suena mi teléfono y contesto, es mi esposo.

-Hola amor ¿Cómo estás?..si tengo el vuelo de regreso mañana a las 5 de la tarde, estaré llegando como a las 7:00, pero en lo que bajamos y recojo el equipaje yo creo que 7:30 estaré saliendo…¡Te extraño mucho!

Me percato al caminar que me duelen las nalgas y el ano, S me dejó esa sensación de aún sentirlo dilatado.

-Si, te veo en el aeropuerto, quiero abrazarte y comerte a besos…hasta mañana mi amor- siento cosquillas en el estómago, me siento excitada, sensual; escuchar a mi esposo y recordar la cogida de medio día además del agradable calor de la tarde, me hacen sentir la voluptuosidad a flor piel.

Llegamos, subimos por una ancha escalera, el bar se encuentra en el primer piso, es amplio y agradable. La pista se encuentra en medio rodeada de mesas y en la parte frontal a la entrada está el estrado donde se encuentra el grupo. En él área donde están las mesas la iluminación es muy tenue lo cual le da un aspecto acogedor, contrario a la pista de baile que se encuentra mucho más iluminada.

Nos dan una mesa en la parte este del salón en el extremo contrario donde está el grupo. Aún hay poca gente, pero el ambiente es ameno. Pido un par de tragos y unos bocadillos de botana, S está renuente a tomar, pero le insisto que no puede dejar a una dama bebiendo sola. Lo saco a bailar y efectivamente tiene dos pies izquierdos, pero lo intenta y es divertido pues no se amedrenta ni le da pena. Definitivamente me gusta S, y pensar en todas las cogidas que me ha puesto mientras bailamos me pone cachonda. Siento el roce de mi vestido en mis senos sin sostén y como los pezones se yerguen a cada vuelta en el baile, si definitivamente me gusta provocarlo y llevarlo al extremo del deseo.

Una hora después de nuestra llegada el lugar ya se encuentra lleno, la plática con S se ha tornado bastante amena, de ser un casi desconocido al inicio del viaje ahora permea la confianza que hemos adquirido en la cama.

El mesero se acerca con una pareja y nos pregunta que, si podemos compartir la mesa en lo que se desocupa alguna otra para ubicarlos, volteo a ver a S y me hace un mohín de desaprobación, igual pienso en decir que no pero también que vamos a estar bailando la mayor de tiempo y accedo antes de que él se niegue. Ella es joven y bonita, delgada y de lindos ojos, el se ve mayor que ella y sin ser demasiado guapo se mira atractivo. Se sientan nos saludan, devolvemos la cortesía y seguimos nosotros en nuestros asuntos; nos paramos a bailar y regresamos a la mesa continuando en nuestra conversación sin prestar mayor atención a ellos. Me levanto para ir al baño, cuando regreso jalo la silla para sentarme y en el intento rozo sin querer la pierna del sujeto con mi rodilla, me siento y mi pierna queda por un momento pegada a la suya la cual retiro inmediatamente. Después de unos instantes siento su  pierna  que se pega a la mía, volteo a verlo y él platica disimuladamente con su acompañante, pero no la retira, pienso en quitar la mía. Estoy segura de que ha pensado que él choque con él al sentarme fue a propósito, no hay necesidad de quitar mi pierna ya que en ese momento S me saca a bailar, cuando regresamos y me siento él vuelve a juntarse conmigo, estoy excitada por lo inesperado de la situación y contra la razón me quedo quieta esperando su reacción, mueve su extremidad rosando mi rodilla, retiro un poco la mía pero el vuelve a buscar juntarse, lo dejo actuar y la mueve con mas intensidad sobre la mía, hago lo mismo y en un instante dado estamos frotándonos, la penumbra permite que dichos movimientos pasen desapercibidos. Él no deja de platicar con su chica ni yo con S pero nuestros muslos ya se restriegan vigorosamente, nos detenemos sin separarnos; me siento mojada y abro las piernas, volteo a mirarlo levemente y noto apenas que él ha puesto su mano sobre su muslo, la perversidad ya me aconseja y bajo mi mano sobre la suya, la tomo y la pongo en mi rodilla, se queda inmóvil al sentir mi piel, lo guío por todo lo largo de mi entrepierna hasta casi la ingle, suelto su mano y dejo que me siga acariciado mientras imagino la erección que debe tener, después de un rato la tomo nuevamente y la retiro, me levanto para ir al baño, intenta seguirme pero con un gesto le hago saber que no. En el baño me aparto las bragas y regreso a la mesa, en cuanto me siento el vuelve a pegar su pie y coloca su mano nuevamente en mí, con un movimiento suave, pero sin despegarme de él se la retiro, sólo deja su muslo restregando el mío. Tomo la mano de S y la coloco en mi pierna, me acerco a su oído y le pido que me acaricie hasta arriba; lo hace y se percata de que no traigo calzones; con sus dedos acaricia mi vulva e introduce un dedo levemente; contengo un suspiro y lo retiro; tomo la mano del vecino de mesa y la vuelvo a colocar en mi rodilla, ni tardo ni perezoso llega hasta mi entrepierna y abre mis labios vaginales. No se cómo puede estar incólume platicando como si nada con su chica, yo me encuentro ya en un estado alterado de tal manera que tomo la mano de S y sin mediar consecuencias la llevo hasta el punto donde se encuentra la otra, se sorprende bastante al sentir que ya me hurga la mano del extraño, pero sostengo su mano y lo fuerzo a que no la retire; hace un lugar con los dedos del otro, yo aprieto las piernas con ambas manos masturbándome…

La chica se levanta para ir al tocador, quedamos solos sin decir nada, aprovecho para apuntar en una servilleta el hotel y el número de habitación donde nos hospedamos, le pido a S que solicite la cuenta. Los tres nos miramos, pero nadie articula palabra alguna, le doy al tipo la servilleta junto con mis bragas antes que regresa su chica. Nos traen la cuenta en el momento que ella está regresando, pagamos y nos levantamos con una despedida fría.

-Hasta luego y que la sigan pasando bien- digo a manera de despida.

Bajamos S y yo sin hablar, ya en el coche me dice S entre circunspecto y molesto

- ¿Estás segura C?

-Si tú no quieres no, yo lo hice pensando que te iba a excitar, tú dime

-Lo que hiciste me dio muchos celos, pero si me excitó, si tú estás segura hagámoslo…

El taxi llega al hotel, son las 2.27 am…

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