Siento su respiración en mi rostro y su cuerpo sobre el mío. Me besa y su lengua ya está en mi boca deliciosamente, su mano acaricia mi vientre, siento sus labios sobre los míos y escucho los chasquidos del choque perfecto entre nuestras bocas.
-Me gustas mucho- murmura en mi oído
mientras su mano ya se desliza sobre mi vagina y sus dedos empiezan a internarse
en ella suavemente.
Me tiene inmóvil bajo de ella,
sabe que tiene el control, saca sus dedos y los vuelve a introducir más agresivamente
para después caer en un ritmo que va de apresurado a lento hasta que me hace
gemir y se vuelve parsimonioso.
Tenía mucho tiempo sin venir a la
casa, han sido pocas las veces desde que murió mamá. Llegamos ayer en la noche,
él nos alcanzará mañana, tenía cosas que atender. La
primera propuesta fue que ya que había regresado su novio lo invitara y así conocían
el lugar, ella se negó y me dijo que mejor lo invitáramos a él.
La mañana es fresca aún, a pesar del
sol que ya calienta, el olor de los lirios es un delicioso halago al gusto. Ella
se encuentra en la piscina, la disfruto en su diminuto traje de baño, mientras
me dejo acariciar por la ligera brisa temprana.
Me vuelve a besar mientras deja
sus dedos los más adentro que puede de mi vagina, contengo la respiración cuando
vuelvo a sentir que los retira.
-Ponte boca abajo- me indica
Me volteo y enseguida baja mi
tanga. Siento su dedo acariciando alrededor de mi ano, lo empieza a introducir lentamente
hasta que llega hasta a su límite y sube el ritmo gradualmente convirtiéndose
en un movimiento casi violento que me deja sin aliento.
-Levanta las nalgas- me ordena,
al tiempo que saca su dedo de mi culo
Las levanto como indicó y
enseguida siento como algo más vasto que su dedo me empieza a penetrar dilatando
mi culo, volteo y me doy cuenta de que su mano sujeta un juguete, bastante
ancho, que empuja hasta que me invade por completo, lanzo un fuerte grito. Sabe
que tiene el control.
-Espero que él no tarde en llegar, quiero que me coja por el culo y tú lo observes- me dice al oído mientras empuja violentamente el consolador haciéndome ahogar un rezongo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario