El roce del viento sobre la
herrumbrosa verja
mis manos sobre mi cuerpo recorriéndolo.
Colapso de oquedades con tus manos ausentes
el céfiro me alcanza, trepa por mis muslos
mi mano ya es
insuficiente anhelando tus
perdidos dedos.
¿Para qué y partir de quien?...quizás reencarnando la pasión en amores perdidos, transformados en vampiros y amistad
A estas alturas del partido no me encabrona su obsesión por la limpieza y el orden, excepto con sus libros que aparecen por todos los ri...
¡Que Hermosa estás amor!
ResponderBorrarIrasema
Eres la I de los relatos!!!?
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;)
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