viernes, 26 de febrero de 2021

Hacedora de Alegria

 Grave

-Si pues Mija, le llamé

 

- ¿Quedaron en algo?

 

-Sólo que cenamos el viernes, los tres con trago y todo, aquí en mi departamento y por andar de bocona tengo que preparar un filete de pescado esmedregal a las finas hierbas, ¿sabes hacerlo?

 

-Si, más o menos. ¿Oye, pero no regresa tu novio por estas fechas?

 

-No, todavía estará otra semana en GDL.

 

-Muy bien entonces, me dices que llevo y a qué hora para preparar ¿de acuerdo?

 

-Quedamos a las 5 pm. así que calcula llegar temprano, ¿te parece a la 1 pm? yo aquí estaré todo el día, o antes para ir a comprar lo necesario.

 

-Muy bien, yo lo compro y ya sólo vemos lo que falte.

 

- Okis, ¿Qué escuchas?

 

-A Rockdrigo González el profeta del nopal, el sacerdote rupestre. Recogiendo y limpiando me encontré su disco de Hurbanohistorias y otro del Arturo Meza, el viernes te los llevo para que los escuches.

 

Nos pusimos de acuerdo y colgó, me pone de buen humor hablar con ella. Su acento, sus modismos, su manera espontánea de expresarse me son bien mucho agradables como ella dice.

 

 

Adagio

 

Sin maquillaje se veía radiante, enfundada en su ropa deportiva podía admirar sus bien formadas nalgas, sin zapatos sus pies se deslizaban ágiles a lo largo y ancho de su departamento. Su saxofón se encontraba sobre uno de los sillones de la sala.

 

- ¿Te interrumpí tu ensayo?

 

-No realmente, en la mañana intenté tocar un poco, en la semana estuve tratando con el Adagio de Albinoni, me acordé que te encanta y quería aprenderlo para tí, aunque originalmente es una composición para cuerdas.

 

Sonreí ante esa dulzura y le di un tenue beso en los labios.

 

-Traje vino tinto, ron y tequila según tus apreciables órdenes, el pescado, los vegetales y las hierbas, ¿compraste los aderezos que te dije?

 

 - Sip- ahora ella se acerca y me besa humedeciendo mis labios con su lengua



Andante

 

El vestido le queda muy bien, cruza las piernas, disimuladamente lo sube un poco, me mira con picardía y asoma un lindo mohín.

 

- Hace unos meses jamás pensaría que estaría en medio de un torbellino así, todo fue vertiginoso, desde nuestra plática en aquel bar, tu propuesta para fin de año, el plan, ¿Qué me llevó a decir “sí”?, no lo sé. Mi vida era rutinaria, tengo a alguien a quien ¿quiero?, no era que pensara casarme con él, pero era una posibilidad, ahora hay veces que me importuna. Era yo bastante aburrida, quizá lo sigo siendo, pero ahora mi mente divaga imaginando cosas, pensando en ti, en él, en ambos.

 

La escucho sin saber exactamente mi respuesta mientras le doy un trago a mi copa de vino y me viene a la mente aquella parte de la canción de Caminos Infinitos:  

 

 No espero más de ti, de lo que me merezco…
Te quiero pecadora, como tus defectos.
Te encuentro en la sonrisa de una virgen doliente,
de ser tan agresiva como una serpiente.

Perdóname si a veces no te cuido el sueño,
tú me diste la sangre para no tener dueños,
perdona por no amarte con dioses en armario,
nunca me hicieron falta los intermediarios.

Voy a llenar mi espalda con tus miedos tu culpa,
Para que te liberes de todos sus misterios.

 


Allegro


I se levantó del sofá para abrir la puerta y lo recibió con un beso en la boca. Se había quitado la rala barba de las últimas semanas, se veía muy bien con aquel saco azul, me saludó con un beso tronado en la mejilla y nos entregó un pequeño ramo de hortensias a cada una.


- ¿Qué quieres tomar? - preguntó I


- Un ron, pero yo me lo preparo- sabiendo como los toma me levanté y le preparé uno a él, otro para mí, y a I un tequila.


Mientras escuchamos a Love of Lesbian con “viaje épico hacia la nada”, hurga en su mochila y saca dos pequeños ositos y nos da uno a cada una, son extremadamente lindos, con unos ojos profundamente expresivos y uno sonrisa que ilumina aquella carita de peluche.


- ¡Se me olvidaba! los compré a una hacedora de alegría, así se hacia llamar, me dijo “a la persona que se los regales siempre van a tener el corazón lleno de alegría por la vida” y pensé en Uds.


Antes de la cena ya nos habíamos tomado como 5 tragos cada uno, entre historias, anécdotas, comentarios de libros, películas pasábamos de la circunspección a la risa. Abrimos dos botellas de vino tinto e I con cara compungida nos advertía que ella no estaba acostumbrada a tomar tanto y ría entre una frase y otra.


Ya de nuevo en la sala volvimos; al ron él; whisky yo y al tequila I. Era ya muy notoria nuestra embriaguez, me levanté para ir al baño, cuando volví ella se había bajado el vestido hasta la cintura y sin sostén ponía sus senos en la cara y boca de él mientras manoseaba su miembro por encima del pantalón, e intentaba bajar la cremallera. Sentí el aguijón de los celos en la boca del estómago, quizá por mi estado etílico y grité:


- ¡No mamen! - I dio tremendo salto


- ¿Qué hicimos?


Recobré la cordura y solté una gran carcajada, me acerqué a ellos y le acaricié los senos mientras a él, que me miraba extrañado le di un beso profundo en la boca y acto seguido dejé que continuara mamándola, me senté en el piso y liberé su miembro para succionarlo con avidez, una de mis manos se deslizaba de el culo a la vagina de I, estaba muy mojada como si hubiera orinado. La cabeza me daba vueltas a mil revoluciones, saqué su verga de mi boca y me recargué en el sillón a un lado de los dos.


Me despierta el dolor cabeza, ambos a un lado mío en la cama, I se levanta para ir al baño, regresa tambaleante y con los ojos semicerrados.


-Me duelen los senos Maité y tengo la vulva hinchada e irritada balbucea mientras se vuelve a acostar.


-Cuando desperté después de quedarme dormida en el sillón y me vine a la cama estabas montada en él, exaltada lo cabalgabas con furia.


-Apenas me acuerdo jajaja- vuelve a dormir


No alcanzó a decirle que en esos instantes le mordí los senos con cierta rabia cuando recordé la escena en el sofá, y cuando bajó de él después de aquel tremendo orgasmo le metí la mano y casi la totalidad de los dedos antes de volver a perder el sentido por el alcohol.


Despierta ligeramente y susurra:


-Eso me pasa por ser de Uds…pero me gusta.

1 comentario:

  1. Cuándo se recuerda que a su ombligo le hablabas de usted, y después todo se hace tan familiar al tacto, a los ojos y a uno mismo, hasta que en un instante se acaba.

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