jueves, 1 de septiembre de 2022

Dislates con café... y Samuel

 

 Generalmente me despierto poco antes de las 5:00 Am. pero si no me levanto al abrir los ojos o por la razón que sea me vuelvo dormir, tendré sueños sombríos y despertaré con un dolor acentuado de cabeza, me ha pasado desde siempre.

Por eso hoy a las 4:45 Am. estoy aquí escribiendo, me acompaña una tasa de café y Samuel que siempre se despierta cuando oye que me levanto y me escolta a donde me mueva. Ahora come sus croquetas quitado de la pena y sólo de vez en cuando voltea a mírame como diciendo “pinche vieja loca que hora de estar despierta”, Sebastián no se donde ande, quizá ande noviando en alguna casa vecina, ya llegará a desayunar cuando el hambre le apriete.

Recordando quizá tuvo la culpa mi papá, nos despertaba a las 5:00 Am. sábados y domingos para ir a nadar, mis hermanos ni los ojos abrían a su llamado, sólo yo me despertaba y levantaba con la cara aun hinchada por el sueño, a mis 7 años. Después íbamos a desayunar café con leche y pan con los chinos, y lo que más me gustaba era recorrer con él librerías de usado, de ahí mi afición a comprar libros y libros. En una de esas incursiones encontré un libro de geometría visual de 1920, a esa edad no entendía los conceptos, aunque ya podía leer mi comprensión aún no daba para más, pero la diversidad de formas despertó un interés grande de aprender y ahí nació mi afición por las matemáticas o ¿será por el erotismo formal geométrico, o el erotismo de las formas?.. vaya uno a saber.

Geometría Paradójica

Mario Montallegro

Los filósofos dicen que cualquier tiempo
está equidistante de la eternidad.
Es una buena definición de un punto.
El tiempo que vivimos no es lineal
no es tampoco circular, es un simple
punto que en su interior sueña
ser una frágil e infinita línea
llena de vida, de tiempo y de destino.

 

Ayer cogimos I, AJ y yo, teníamos varias semanas sin hacerlo. Los te quiero abandonaron el tintero, entre jadeos aparecieron los te amo, el sudor bendijo nuestros cuerpos en la dicotomía dialéctica perfecta del deseo y la seducción.

Me encanta la palabra coger en boca de I, “Vamos a coger”, “¿Vamos a coger?”, “Tengo ganas de coger”, “¿Me quieres coger?”, “Me los quiero coger”. Llegué a pensar que era la ingenuidad con lo que lo expresaba, pero no, yo creo que es más bien la naturalidad con la que lo dice, sin aspavientos, sin excesos y sin una circunspección timorata e hipócrita.

Ayer mientras bebíamos unos rones antes de coger I le pregunto a AJ que cómo se veía en los años por venir.

“Cómo siempre y haciendo caso a Pitol cuando dijo:”

«Haz mucha vida de bares, platica con desconocidos y no tengas miedo de ser inoportuno… conoce mucha gente diferente a ti y, si no tienes nada qué decir… háblales de Toña la Negra y verás cómo se interesan».

Ella sonrío y dijo: “Yo sólo quiero ser absolutamente convergente para que me cojas”

L aún duerme, a las 6:00 Am. la despertaré para llevarla a la escuela, apenas esta semana inicio clases, me viene a la mente unas palabras de la canción de Silvio mientras sorbo mi café y Samuel se estira en la alfombra: “Y cómo pasa el tiempo, que de pronto son años…”

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