Llegamos a
casa sin hablar mucho, sólo le respondí que si quería se podía quedar con nosotros,
no le pregunté a él temiendo su negativa. Poco sabíamos de ella. La habíamos visto
un par de veces solamente en comidas organizadas por L, sabíamos únicamente que
era su amiga y tenía un par de hijos. Era bonita, de ojos grandes y piel blanca
e irisada.
- ¿Por qué
quieres quedarte con nosotros, te gustan las mujeres?
- No sé si me
gusten nunca lo he pensado, ni tampoco he estado con alguna; hace algunos años
cuando estaba recién casada de regreso del trabajo observe dos chicas, se
estaban besando en un auto, no dejé de mirarlas mientras cruce de largo, el
momento me excito y pensé en lo que se sentiría, pero luego quedo en el olvido.
Cuando me divorcié hace 5 años, entré en depresión y pensé en que necesitaba
vivir los placeres de la vida y probar de todo un poco, estaba envalentonada,
pero luego la rutina me absorbió, el trabajo, los hijos, sólo he hecho el amor
con dos personas en 5 años, tengo 3 sin tener intimidad. Hoy oyéndolos hablar y
tomar las cosas sexuales con tanta naturalidad, renació en mí un deseo inaudito
de probar cosas, de experimentar. Lo vine pensando todo el camino, cuando les
pregunté si me podía quedar no era yo, fue una voz que no reconocí y que salió
de mi inconsciente rebelándose a mi razón –Se mordía los labios nerviosa y se
veía hermosa.
Me acerqué a
ella y me senté a su lado, acerqué mi boca a la suya, rehuyó en primera
instancia volteando la cara, la tomé entré mis manos con firmeza sin permitir
que volviera a voltearse, pose mis labios sobre los de ella e introduje
suavemente mi lengua en su boca eliminando su renuencia, fue un beso largo,
tierno pero apasionado.
- Quítate la
ropa –Le ordené con voz tranquila y empezó a hacerlo.
- Vas a
participar ¿verdad?, quiero que me enseñen –Él asintió y se empezó a desnudar
también.
Su cuerpo era
hermoso, a pesar de ser una mujer madura todo en ella era sincronía y turgencia,
me desnudé y coloqué sobre ella volviéndola a besar, mis manos acariciaban sus
senos y empecé a acariciar su vagina hasta sentirla jugosa y escuchar sus
jadeos incrementándose, me coloqué entre sus piernas y lamí alrededor de su
vulva, después seguí en su perineo hasta escabullir mi lengua entre sus nalgas y
lamer su ano. Temblaba completamente y jadeaba desaforada, Me separé y ella
quedó con los ojos cerrados, él se colocó entre sus piernas y empezó a
penetrarla muy despacio, abrió los ojos cuando sintió que aquel miembro llegaba
a lo más profundo de su ser.
- ¡Ahhh! ¡Mmmm!,
No pares por favor, ¡Dios mío!..no te separes, piensa en mi
Entre su
algarabía me monto en su cara y coloco mis labios vaginales en su boca
- Succiona y
mete tu lengua –Asiente con la cabeza sin poder hablar, ya tiene las piernas en
los hombros de él y empieza a mamarme apenas, tímidamente – Métela más y chupa.
Mientras la
cogemos y me mama, nosotros nos besamos y nuestras lenguas escrutan la boca de
cada uno, el placer es inaudito, nos separamos y veo que el levanta con sus
manos un poco la cadera de ella, unos minutos después ella lanza un grito y presiona mi
vagina fuertemente con su boca, creo escucharla sollozar, me doy cuenta que se
la está metiendo por culo, tiembla debajo de nosotros…vuelvo a recordar “Enseñar
es pervertir”