domingo, 4 de abril de 2021

Historia 3..."C" (Tercera parte)

 

 Suena el  despertador, han pasado apenas tres horas desde que el sueño nos acogió; él duerme plácidamente a mi lado. Siento los párpados pesados casi cosidos a mi cara, pero sé que si no espanto el sueño me puedo seguir así hasta la tarde y reflexiono en todo el trabajo que nos espera.

Lo abrazo,  beso sus oídos y cuello; se resiste a despertar, entonces deslizo mi mano a través de su pecho, paso por su vientre llegando a donde nace su vello púbico, me entretengo jugando un poco con él para enseguida seguir el viaje hacía su sexo. Acaricio primero sus testículos hasta que su escroto se va suavizando y su pene da  señales de vida, lo empuño en mi mano para sentir como se va hinchando con el ir y venir de arriba abajo. Cuando su tamaño es el adecuado retiro la sábana y me inclino sobre él, como hace apenas unas horas, le chupo la cabeza. Se endereza un poco cuando siente la felación y que lo introduzco hasta el fondo en mi garganta y lanza un quejido.

-No te levantes amor- me monto dándole la espalda e introduzco su verga muy suavemente, él se empieza a mover pero le indico que aún no, que deje que la tenga totalmente dentro. Me inclino hacia sus pies, hasta quedar completamente horizontal, me sujeto de sus pantorrillas de tal manera que pueda ver mi culo abierto y mi panocha atascada hasta el fondo, me duele un poco pero me muevo utilizando mis rodillas como muelles para meterla y sacármela, en movimientos alternados a la vez que contraigo la vagina. Me abrazo con fuerza a sus pies y mis gritos se confunden ya con sus jadeos, la cama rechina en toda la habitación.

-Qué rica te ves así C, me gustan un chingo tus nalgas.

-Méteme un dedo en el culo, pero lentamente bebé - le pido sin dejar de moverme, me penetra el ano con el dedo y mi placer alcanza un estado cercano al paroxismo - ¡mételo y sácalo!, ¡dame nalgadas!

Nuevamente aparecen esas contracciones que preceden a la eyaculación, las siento desde la punta de su verga, que está ya en mi útero, hasta los testículos que están pegados en la entrada de mi vulva. Lo último que realmente siento es su mano golpeando mis nalgas, mis ojos ven destellos de luces en el justo momento cuando llega la explosión de semen, y me inunda completamente, no existe nada más, me desvanezco por unos instantes, hasta que vuelvo a sentir que su pene está dentro y el líquido seminal ya escurre fuera de mí.

Sin sacar su pene ya me abraza por la espalda

-Me vuelves loco C- me besa la espalda y me muerde los oídos

-Y tú a mi chiquito, demasiado en tanto pocos días.

Lo alcanzo en el baño y me meto a la regadera junto a él, es la primera vez que nos bañamos juntos en tres días. El agua tibia nos recorre y nos envuelve deliciosamente, lo abrazo y chupo sus tetillas, son excitantes con el agua escurriendo por ellas y mi lengua lamiéndolas, su miembro empieza a levantarse. Le doy la espalda recargándome sobre la pared del baño y mis nalgas sobre su pito.

-¿Lo puedo meter por atrás?-pregunta con voz casi suplicante

-No mi vida, lo tienes muy grande y  me dolería mucho, necesitamos comprar un lubricante y entonces te dejo, mientras mételo por la vagina así en esta posición. Se inclina un poco y empuja hacia arriba su verga, me resbalo al sentir la embestida y él me sostiene, me coge nuevamente con enardecida pasión, me gusta como rebota en mis nalgas con cada metida de verga que me da, y el chirrido del agua que le sucede. Ya me tiene nuevamente resoplando, no puedo hablar, recargo la cara sobre el muro, me oprime con fuerza contra éste, escucho sus resuellos y bufidos en mis oídos; reconozco su tibio semen, otra vez en mi, mezclado con agua y mis líquidos vaginales; con su mano me tapa la boca mientras continúa inyectándome sus espermas.

-No te preocupes avisé que llegaríamos un poco tarde- le digo mientras desayunamos

-¿Te pregunto algo?

-Claro lo que quieras

-¿Por qué lo de tomarte esas fotos ayer?

-Ahh pues porque quiero un recuerdo del contraste de tu piel tabasqueña con la mía- me gana una sonora risotada- perdón chiquito, en serio de verdad que sí, para recordarte.

-¿Y si las ve tu esposo?

-Eso no pasara, tenlo por seguro

-¿Por qué hoy te pusiste un vestido tan corto?

-¿No te gusta?, me lo puse para ti

-Si me gusta pero nunca te había visto tan corta de ropa

-Pero si apenas está unos centímetros arriba de la rodilla, además con la bata ya ni se nota nada, en nuestra planta nunca te has fijado, porque además de que andamos con la bata todo el día siempre andas tan distraído que ni los buenos días das a veces. ¿Te puedo dar un consejo?, no seas tímido cuando te expreses, eres un chico muy inteligente, pero por ejemplo ayer que te cuestionó el gerente de innovación, aunque tenías todo bien estructurado titubeaste y eso no está bien, sé más seguro amor.

Tomo su mano y la pongo en mi rodilla por debajo de la mesa.

-Acaricia mi pierna anda- se sonroja y apenas realiza un leve movimiento con su mano- ¿ves? No seas tímido, sube tu mano hasta mi entrepierna- cuando lo hace abro más las piernas y su mano llega hasta la ingle, se da cuenta entonces que no traigo bragas y se queda con la mirada extraviada.

-¿No traes ropa interior?

-No corazón, es para que pienses todo el día en mí y no retrasemos nuestro regreso

El retorno se me hace eterno, después de cenar viene muy callado, subimos al cuarto y sigue en silencio, pienso que algo lo ha molestado, paso el baño y cuando salgo me toma por la cintura y me da un largo y apasionado beso, muy largo de varios minutos, donde nuestras lenguas se dan gusto explorando nuestras bocas, hasta casi sentir los labios adormecidos. Me sienta en el borde la cama, me sube el vestido y me abre las piernas.

-He estado pensando todo el día en esto, recuéstate- Acto seguido: me empieza a mamar, primero con delicadeza y después con impaciencia; me mete la lengua, lame mi clítoris, me mete los dedos y lame alrededor, me acaricia las nalgas mientras me chupa y mete un dedo en mi culo y levanta mis caderas para meter su boca en mi concha. Me tiene ya en un estado sumamente alterado cuando suena el teléfono. Es mi esposo, se me ha olvidado llamarle, le pido que pare para contestarle pero parece no escucharme, le aviento la cabeza, se la oprimo con las piernas pero nada resulta, no tengo más remedio que contestar haciendo acopio de toda mi frialdad.

-Buenas noches mi amor, apenas llegué hace un par de minutos, y estaba por llamarte- S me está metiendo los dedos,  lame mis labios vaginales mientras tiene un dedo en mi culo.- si yo te aviso mañana si me voy a quedar un día más. Si muy bien amor que descanses, besos a los niños y uno grande  para ti corazón.

Cuelgo y lanzo un enorme grito que hice que S se detenga un poco, la escena pasa por mi mente de manera vertiginosa, S mamándome mientras mi esposo  estaba al teléfono, el revivirlo hace que la excitación sea extrema, y tomo su cabeza y le presiono con mucha fuerza contra mí.

-Anda cómeme cabrón, eso quieres ¿no?, anda puto trágate toda mi panocha- lo jalaba de los cabellos y lo volvía a presionar, su dedo en mi culo ya lo había dilatado y ya eran dos dedos adentro. Yo resoplaba y  gruñía como loca cuando las piernas me empezaron a temblar ya sentía esa pérdida de conciencia que sólo da el placer yendo de la oscuridad a la luz y viceversa, el orgasmo me lleva a la oscuridad, a la inconsciencia.  

Cuando bajo su pantalón y sus calzones me doy cuenta que se vino mientras me mamaba. Le chupo la verga y siento el sabor de su semen, no quiere ponerse erecta completamente pero se la sigo mamando hasta que lo logro, se incorpora me monta y me penetra,  mis pies van a sus hombros, nuestros movimientos son salvaje y nuestros sonidos guturales, de animales en celo. Entre gritos, alaridos, arañazos, y jalones nuestros cuerpos se funden;  para cuando su eyaculación se derrama en toda mi cavidad vaginal estoy completamente batida, su vientre, el mío, nuestros genitales están embarrados de nuestros sudores y fluidos,  el olor a sexo llena la habitación.

3er. día caemos exhaustos, el reloj marca 3.15 am...

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