miércoles, 31 de marzo de 2021

Historia 3..."C" (Primera parte)

 

 En los años que llevo en la compañía he visto consolidarse muchos proyectos y desarrollos los cuales representan una gran satisfacción profesional. Soy la encargada del departamento de calidad de una empresa de alimentos.

En aquella ocasión el director general llegó a mi oficina para anunciarme que era necesaria mi presencia en la nueva planta del sureste para la implementación de los procedimientos, los protocolos de pruebas microbiológicas, análisis estadísticos y demás temas inherentes, no me tomó por sorpresa, ya que esperaba el anuncio de acuerdo con la planeación que se tenía. Lo que si me sorprendió fue que se había adelantado la fecha del inicio de la producción debido a compromisos adquiridos, por lo tanto, tenía que estar allá al día siguiente.

 -He solicitado a la gerencia de producción que te acompañe S, aunque es nuevo en la empresa está ya muy involucrado y conoce a la perfección la línea nueva que estamos arrancando.

S efectivamente era nuevo tenía escasamente un año trabajando con nosotros, era muy joven, de hecho, yo suponía que apenas había terminado su carrera. Era un chico serio y eficiente, cuando yo lo topaba en la planta me saludaba cortésmente y el intercambio de información era fluida y precisa, no teníamos mayor relación que la laboral.

Llegando a casa le comenté a mi esposo que me ausentaría cuatro días y que iría con S, no le pareció muy agradable la idea, pero lo tomo de manera natural, sólo me pidió le llamara una vez instalada y lo mantuviera al tanto cada día.

Al día siguiente me llevó al aeropuerto a las 5 am., no entró sólo me dejo a la puerta de la sala nacional y se retiró. S ya se encontraba en la sala de la aerolínea, documentamos el equipaje y pasamos a la sala de abordar. Mientras esperábamos tomando café lo interrogué un poco; tenia año y medio de haber terminado su carrera, acababa de cumplir 25 años, once menos que yo, y estaba haciendo un postgrado en extrusión de alimentos, vivía aún con sus padres ya que dependían de él, realmente era un chico agradable, aunque un poco reservado.

Cuando llegamos inmediatamente nos fuimos a la planta, para no perder tiempo, sólo nos detuvimos a desayunar. Trabajamos hasta tarde con los gerentes y encargados, fui un día muy productivo, realmente S fue de mucha ayuda.

Llegamos tarde al hotel cerca de las diez de la noche:

-Señorita buenas noches, tenemos dos reservaciones a nombre de C Y S por 4 noches

-Buenas noches, aquí está la reservación a su nombre, pero lamentablemente la del caballero no me aparece, y no tenemos habitaciones disponibles ya que tenemos una serie de convenciones en el hotel.

El enojo hizo presa de mi y le pedí la chica revisara nuevamente, confirmándome ella que sólo estaba mi reservación. Llamé al encargado de las reservaciones de nuestra empresa, que para esa hora ya se encontraba durmiendo en su casa, le reclamé duramente, aunque de nada sirvió.

-Lo que puedo hacer- dice la encargada- es poner su reservación como habitación doble y así la pueden compartir.

Mandar a S a esa hora en taxi a buscar hotel no se me hizo opción, así que pensé que como un par de adultos podríamos compartir la habitación y así se lo hicimos saber a la recepcionista, encargándole que nos consiguiera la otra habitación, sino ahí si en un hotel cercano.

Cuando subimos a la habitación me percaté que sólo contaba con una cama king size así que esa me correspondía pensé. S me leyó el pensamiento y me dijo que él se acomodaría en la pequeña sala con que contaba la habitación y quedamos de acuerdo. 

Me acordé de que no llevaba pijama, ya que además de ser una ciudad calurosa nunca imaginé que dormiría acompañada, llevaba una camiseta ligera, me metí al baño y me la coloqué pero sólo me tapaba hasta media nalga, y con la tanga de hilo que traía puesta parecía que estaba sin calzones, así que me coloqué una toalla y salí. S se encontraba sentado en uno de los sillones, le dije buenas noches y me metía a la cama, él entro al baño y al poco rato salió con una playera y en calzoncillos, imagino le pasó lo que a mí.

Apagó la luz, y sentí como me venció el cansancio y dormí, de repente me despertó un ruido, abrí los ojos y lo vi buscado algo en la cómoda que ahí se encontraba.

- ¿Qué te pasa? – pregunté

-Es que no quepo en los dos sillones, aunque los junté, y estoy buscando si hay algunas sábanas o mantas para dormir en la alfombra. – efectivamente los sillones eran muy pequeños y él era alto

-Vente a la cama, es muy amplia y cada uno puede dormir bien en cada extremo.

- ¿Segura C?

- Si hombre y ya no hagas ruido que muero de sueño- subió a la cama y se acomodó, intenté volver a dormir, pero de alguna manera lo sentí despierto aunque callado

- ¿Qué piensas S?

- ¿No tienes sueño? - me pregunta

-Si tengo sueño, pero te sentí inquieto y no dejas dormir

-Es que pensaba que nunca he dormido con una mujer, es mi primera vez

- ¿En serio?

-Bueno me refiero a quedarme toda una noche con alguna, amanecer con ella abrazados. Con mi novia vamos a algún sitio hacemos el amor y la llevo a su casa.

-Ya te tocará-sonrío

-Cuando me toque yo creo que no dormiré, nos pasaremos toda la noche haciendo el amor

-Tampoco es así todo tiene su tiempo- y me vuelve a ganar la risa

- ¿Tú no haces el amor todos días con tu esposo?

-A veces si a veces no, es por temporadas y depende del humor en que estemos cada uno

- ¿Y de que humor estarías ahora si estuviera aquí? Pregunta con auténtica ingenuidad

-Estaríamos haciendo diabluras ya- se queda callado, y con la mirada al techo, no sé porque hago la pregunta, pero cuando me doy cuenta ya salió de mi boca.

- ¿Te gustaría una probadita, ahora conmigo, despertar abrazados? – voltea hacia a mi azorado abriendo tremendos ojos, se queda callado hasta que puede balbucear un trémulo “Siii".

-Acércate- lo hace rápidamente

Me volteo hacia él y lo abrazo, quedando nuestras caras a escasos centímetros sintiendo nuestras respiraciones, y nuestras piernas casi cruzadas. Tomo su mano y la llevo por debajo de mi camiseta hacia mis senos, inmediatamente siento su erección sobre mi pierna, empieza a masajearlos y oprime mis pezones, lo beso con fruición y mi lengua está en su boca, la paso por sus dientes, por debajo de sus labios y entre las encías, beso su cuello y orejas . Quito las mantas de encima de nosotros y me quito la camiseta, mis tetas quedan a su disposición.

- ¡Que ricas y grandes las tienes! - expresa con ojos de sorpresa, las a acerco a su boca y lo tomo por la cabeza.

- Muérdelas y mámalas hoy son tuyas – me las chupa con avidez mordiendo cada pezón con desesperación mientras le bajo el calzoncillo, queda a mi vista un pene de buen tamaño, pero más ancho que el de mi esposo, le quito mis tetas de la boca y no dejo que se incorpore.

-Quédate quieto te la voy a mamar, y luego tú me comes a mí.

La meto a mi boca y efectivamente es muy ancha, al empezar a chuparla crece aún más, muy buen tamaño pienso mientras me la trago. Pongo a su servicio toda mi experiencia de 7 años de casada: lamo, chupo, succiono, le hinco suavemente los dientes en la cabeza, bajo y chupo sus testículos, la recorro con mi lengua y la vuelvo a tragar, él gime de placer, bajo un poco más y lamo alrededor de su culo.

-Nunca me habían besado así- dice entre balbuceos

-Lo sé, pero no te vayas a venir corazón que apenas estamos empezando

 Me pongo de espalda en la cama, le digo que se suba y me ponga nuevamente la verga en la boca  para mamarnos mutuamente. En esta posición lo siento hasta la garganta,  mientras se come mi vagina mete dos dedos al mismo tiempo con su lengua, haciendo a un lado mi tanga; estoy tan mojada que al presionar su cara contra mi concha siento que se la embarro toda de mí, lo presiono hasta casi ahogarlo, escucho los chasquidos de mi coño con su lengua,  después varios minutos se retira un poco:

-Déjame penetrarte C- suplica, le abro las piernas y con mis dedos la vagina para que vea como me tiene y vislumbre la erección de mi clítoris.

- Mira es para ti ¡métela mi vida, arráncame los calzones! – me los rompe de un tirón, lanzo un grito al sentir como se expande mi panocha con la anchura de su verga al penetrarme y me empieza a bombear frenéticamente.

- Me encanta tu vagina rasurada- me dice al oído mientras me sigue hincando la verga en un vaivén ruidoso y jugoso, subo mis pies a sus hombros para que la meta más duro.

- Ponme tus manos en mi cuello y presiónalo fuerte papito – me mira incrédulo – hazlo por favor – empieza haciéndolo suavemente y poco a poco incremente la presión, le aprieto toda la verga con mi panocha mientras me llega mi primer orgasmo, siento que mis gritos se escuchan en la habitación continua.  

Se sale de mi y me le pongo en cuatro, apoyo las manos sobre la cabecera de la cama.

-Dámela toda bebé, pero no por el culo porque ese es sólo de mi esposo, pero si dame nalgadas mientras me coges amor.

Me la mete de un solo empujón y me siento reventar, la cogida es salvaje, golpea contra mis nalgas su bajo vientre, la cabecera hace mucho ruido tras cada embate y yo grito como loca, seguro ahora si nos están oyendo pienso.

- ¿Puedo eyacular en tu espalda?

- ¡No!, échamelos adentro no pasa nada- incrementa el ritmo y la fuerza

Es tal mi excitación que no alcanzo a creer la sarta de cosas que le estoy gritando:

-¡Mas duro cabrón!,

-¡Párteme con tu verga!

-¡Pégame, déjame las nalgas moradas!

-¡Soy tu puta bebito, sigue cogiéndote a tu perra!

El chorro me inunda, y un grito largo anuncia mi segundo orgasmo; siento latir su verga dentro de mí.

-No te salgas, quédate ahí un rato- me recuesto y siento su peso sobre mis nalgas y espalda.

Cuando se baja nos acomodamos y me quedo profundamente dormida. Despierto ya para amanecer y lo siento abrazado a mi sobre mi espalda, su pene erecto esta entre mis nalgas, subo mi pierna sobre la de él para liberarle el camino nuevamente, volteo la cara y le doy un beso, se despierta he intenta acomodar su verga en mi culo.

-Por ahí no Bebé, quizá te deje, pero hoy no.

Tomo el falo y lo llevo a que me penetre así recostado desde atrás, aún tengo restos de su esperma dentro, me empieza a coger, toma mis senos y me aprieta los pezones, me he acostumbrado a lo ancho de su verga, ¡es una delicia! …eyacula profusamente llenado nuevamente toda mi concha y juntándose con el semen de la noche.

Cuando bajamos nos dicen en la recepción que ya han encontrado una habitación para S, me mira para que yo decida y veo su cara aturdida esperando mi respuesta. Lo miro y le sonrío, me acerco a él, le digo en voz baja:

- ¿Quieres dormir solo?

-Como tú me digas- me dice triste.

-No hace falta señorita, nos quedamos como estamos

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